Un antes y un después

Día bisagra: 18 de mayo de 2019

Son las primeras anotaciones del día, de este sábado que amaneció cubierto y frío y sin embargo nos cubrió con esta ola bienhechora de optimismo y futuro, que, a partir de mañana, pronto volveremos a creer que es posible una vida mejor. Ya desde ahora se nos hace más cercano el octubre, ya tienen nuestros sueños dónde abrevar, ya tenemos llenos los ojos de esperanzas y son palabras que salen así nomás, porque como alguien dijo, movió la dama y el tablero se sacudió. Los timoratos, los endebles, los frustrantes, los acomodaticios, los especuladores, los odiadores seriales, los inútiles, los impresentables despertarán y se encontrarán con el regalito que le han dejado en el buzón. Ahora aflorarán las armas, saldrán a mandoble limpio a decir todo ese río de miedo y miseria que los inunda, saldrán a defenestrar y es eso lo que se busca, que se saquen la careta, que se muestren como son y entretanto nosotros debemos seguir con el camino de lo abierto, de la comprensión y la certeza; tampoco se trata de conciliar lo que no se puede, tenemos claro hacia dónde queremos ir y hacia allí vamos, entre todos, sumando, sabiendo que no pensamos lo mismo, que tenemos grandes diferencias pero que cabe pensar que podemos estar y habremos estado equivocados, que nuestras definiciones siempre son circunstanciales, y que las debemos revisar a la luz de los cambios de afuera y de adentro, sino seremos piedra, mármol, estatua, nada. No podemos sentirnos agua de la historia, porque seremos estanque, que se irá secando irremediablemente y dejaremos las costras en la superficie y vendrán los basureros a taparnos con los desechos de los pueblos. Esto queda acá, este día es un antes y un después, de aquí en más veremos cómo se van acomodando los patitos, cuando ya vimos cómo una rata mayor que nos hizo muchísimo daño se tomó la de Villa Diego porque el largo brazo de la justicia le llegaría, y sabe que ya no tiene quién lo defienda.