¿Es
que somos dueños de nuestros sueños?
No
hay manera de rescatar los sueños, se ve que también ellos estaban
cansados, tal vez quedaron aturdidos con los ronquidos de su dueño.
¿es
que somos dueños de nuestros sueños?
¿Seremos capaces de llevarlos hacia donde nosotros queremos o dirán
ellos los que nos llevan dónde quieren? Creo que el mundo del sueño
tiene tanta entidad como el mundo de dios o el del amor, por poner
algunas entidades de las que venimos hablando los humanos desde el
día que nos refugiamos en la gran cueva cuando la primera tormenta
de piedra y viento. Allí, con señas, con sonidos guturales,
imitando a pájaros o a bisontes, empezamos a conversar, y nos
preguntamos de dónde vendrían esos cascotes, y qué haríamos si
eso continuaba, que no podríamos salir, y deberíamos comernos los
unos a los otros. Pero la lluvia cesó, el viento se calmó y todo
volvió a la normalidad. Una vez que resolvimos la cuestión de la
comida empezamos a preguntarnos ciertas cosas, preguntarnos quién
nos trajo hasta aquí y dónde nos vamos cuando ya no estamos, qué
es eso que pasa por detrás de los ojos y nos enfrenta y nos mata y
después resulta que nos despertamos y tenemos los ojos llenos de
sueños.
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